En el post de hoy siguiendo con la temática sobre valores, me gustaría de manera muy esquemática plantear los principales valores para ayudaros a «poner nombre» a la hora de tomar decisiones y podáis responder a la pregunta: «¿En base a qué estoy tomando esta decisión?».

“Cuando eres fiel a ti mismo en lo que haces, cosas fascinantes ocurren» – Deborah Norville.

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Entrando de lleno en los valores

Es muy habitual cuando tenemos que tomar una decisión, sobretodo a nivel profesional, que nos planteemos cuestiones del tipo: «¿Qué grado de autonomía voy a tener en el desempeño de mi trabajo?», «¿Me permite conciliar mi vida personal y profesional?», «¿Es un trabajo rutinario?», etc.  Todas estas cuestiones tienen que ver con los valores de vida. Hay personas que prefieren un trabajo rutinario, y otras, que se morirían en vida si lo tuvieran. Es una cuestión de preferencias.

Los principales valores de vida  y solemos aplicar en a esfera profesional son los siguientes:

  1. Estatus social
  2. Conflictos Cero
  3. Salud y y bienestar
  4. Libertad
  5. Seguridad
  6. Relaciones personales
  7. Armonía Interior
  8. Contribuir al mundo
  9. La belleza
  10. La salvación eterna
  11. Tiempo Libre
  12. Igualdad y justicia
  13. Plenitud amorosa
  14. Aprendizaje y conocimiento
  15. Vida activa y variada

En líneas generales nos solemos mover en estos valores la mayoría de nosotros. Ahora con este listado, es más sencillo que os podáis ubicar aquellos valores que para vosotros son prioritarios. A simple vista seguro que ya los tenéis.

Identifica y prioriza tus valores

«Tus valores definen quien eres realmente. Tu identidad real es la suma total de tus valores». Assegid Habtewold.

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Tal y como dice la frase que encabeza este apartado, nuestros valores nos definen… Y es curioso,  porque las personas no solemos hablar de ellos. Cuando tenemos nuestra escala de valores clara, habitualmente nuestro entorno se beneficia de ello. No hay sorpresas en ese sentido. Si tenemos un amigo/a que no soporta las injusticias, si queremos conservar su amistad debemos de tener bien claro que tendremos que tener una relación justa. Sólo necesitamos observar a las personas de nuestro entorno para darnos cuenta cuales son los valores que actúan de brújula.

Cuando hay confusión

En ocasiones podemos sentirnos confusos en cuanto a nuestros valores de vida, y es normal porque no somos islas en medio del océano: interactuamos unos con otros, nos influenciamos, y un sinfín de situaciones. Ahora bien, cuando tienes tu escala de valores clara, y tienes tus tres valores prioritarios muy identificados, la toma de decisiones es mucho más sencilla, nos despeja muchas dudas.

Principales situaciones que pueden ser la causa de la confusión:

  • Querer imitar a alguién de nuestro entorno con personalidad muy fuerte: A todos nos ha pasado. Alguien que tiene mucha fuerza, y nos envuelve, nos seduce, y nos dejamos impresionar. Aquí aparece «el querer ser como..:». Por experiencia propia, no funciona. Porque esa persona es distinta a ti, y tiene sus circunstancias, y tu las tuyas. No os ha pasado nunca, tener al amigo aventurero y vosotros tal vez no tenéis esa necesidad de «salir de la rutina», y tratáis de ser como él. Es contra natura y tarde o temprano eso acaba pasando factura.
  • Querer aceptar los valores del otro/a por miedo a que me deje:  Bueno, en este punto hablamos principalmente de parejas. Aceptamos sus valores de vida. Inicialmente puede estar bien, pero es importante que en algunas cuestiones relevantes, lleguéis a consensos. Aquí me viene el típico ejemplo: irnos a vivir juntos o no. Si tu pareja tiene como valor prioritario la libertad y autonomía, y tu no, es posible que este punto se tenga que negociar si queréis apostar por la relación.
  • Presiones en el trabajo. El entorno laboral y la cultura y clima laboral nos influyen enormemente. Pasamos mucho tiempo en nuestros trabajos. En este aspecto es cuando las empresas hablan de alinear los valores de los empleados con los de la compañía. «¿Que valores tiene esta empresa?»»¿Que fomenta entre sus empleados?». Toca hacer un matching entre lo que hay en la compañía, que se acaba traduciendo en comportamientos y aquellos valores que rigen tu vida. Muchos conflictos en las empresas provienen de este punto.  El claro ejemplo, si para mi un valor fundamental es la libertad, si estoy en una empresa muy controladora, seguramente no me sienta cómoda y busque cambiar a otra empresa que fomente la autonomía de sus empleados.

Seguro que os surgen más situaciones. Si nos paramos a pensar seguro que hay muchas más; aunque las típicas que he observado en las sesiones de akáshicos con coaching, son estas. Cuando despejas esta confusión, es cuando el camino lo empiezas a vislumbrar de manera más clara. A veces identificar lo que NO quieres ya es un gran avance porque puedes descartar.

Valores y Espiritualidad

Desde unos valores claros, se suele experimentar un gran desarrollo espiritual. Ojo, no hablo de religión, ni valores religiosos. Cuando tenemos la brújula bien orientada, es cuando el «sentido de la vida» cobra sentido y podemos empezar a plantearnos los «Para qués?». «¿Para qué estoy atravesando esta crisis?». «¿Para que voy a tomar esta decisión?». Nos suele llegar una visión más elevada de las cosas. Incluso para aquellas personas donde la seguridad material es un valor prioritario en su vida, conocerlo les ayuda a aceptarse a si mismas, a no compararse con nadie y a responder al «¿Para qué?».

Registros akáshicos y tus valores

Ultimamente en mis sesiones aparecen como un tema recurrente por lo que parece que hay una necesidad en las personas de mirar hacía dentro y buscar en ellas mismas las respuestas a sus preguntas.

Habitualmente trabajo situaciones de confusión que requieren de una visión más elevada, por lo que solemos sobrevolar los valores de la persona. Algunas líneas de intervención en las sesiones:

  1. Para qué:  Para que me está pasando lo que me pasa.
  2. Talento a desarrollar: ¿Qué habilidad necesita la persona desarrollar para poder hacer frente a la situación?
  3. Bloqueos que dificultan tomar la decisión
  4. Limpieza de bloqueos urgentes: limpiar de maleza esa parte del camino

 

Conclusiones

Algunas consideraciones

  1. Respeta tus propios valores para hacerte respetar.
  2. Cuando fluyes con ellos, las puertas se abren.
  3. Identifícalos, y establece tu propia escala: aquellos que nos vas a cambiar, y aquellos que puedes flexibilizar.
  4. Se honesta contigo misma y tus valores: no trates ser lo que otros quieren que seas.