Akashicos Roset Terapias Spain

En el artículo de hoy me gustaría traer a la consciencia varios aspectos que considero importantes en estos momentos y que en las lecturas de Registros Akáshicos me gusta clarificar y poner muy de relieve para empoderar a las personas y tomar responsabilidad y libertad para actuar sobre ello.

El primero de ellos consiste en que nuestro propio cuerpo y sistema energético, al igual que tiene capacidad para enfermar también la tiene para sanar. Lógicamente, con ciertas salvedades: por ejemplo si te rompes una pierna, eso ya ha pasado, ya está ahí y necesitaremos una ayuda externa para reparar esa pierna. Ahora bien, siguiendo este mismo ejemplo, ¿En qué estabas pensando cuando te rompiste la pierna?, ¿Tal vez estabas en un camino muy díficil y pensaste que ibas a romperte la pierna, y a partir de ahí vemos con claridad la profecía autocumplida?. Una vez más en este ejemplo, lo que hemos proyectado a través del cuerpo mental, ese paquete energético, se ha manifestado en el campo físico. Repito: al igual que tenemos capacidad para enfermar también la tenemos para sanar.

Yendo al origen

Existen 4 grandes bloqueos sobre el origen de estos bloqueos:

  • El primero, tiene que ver con nosotros mismos. Hacen referencia a pensamientos, emociones, patrones que nos hemos creado y toda forma de energía autocreada no saludable. Esto ya nos indica del gran potencial que tenemos. Volviendo al principio del artículo, poseemos potencial para autodañarnos o autosanarnos.
  • La segunda fuente, hace referencia al intercambio energético natural que se produce cuando interactuamos con los demás. Cada día en todas las áreas de nuestra vida esto sucede. En este punto aparecerían los llamados ladrones de energía, vampiros emocionales, en definitiva las personas que nos roban la energía pero que muchas veces forman parte de nuestro día a día. Por supuesto también entrarían los bloqueos relacionados con las proyecciones de energía que hacen los demás sobre nosotros. Seguro que todos sabeís de lo que hablo porque es muy habitual este tipo de bloqueo. Entre las proyecciones más habituales, en las lecturas de registros akáshicos me suelo encontrar con formas de pensamiento negativo, maldiciones proyectadas en la persona, incluso hechizos o trabajos que han realizado sobre la persona para causar un daño energético o manipulación y que se pueden limpiar en la sesión.
  • La tercera fuente, es el Inconsciente Colectivo. Aquí hacemos referencia a todo aquello que nos conecta como humanos. Donde están los valores, creencias, experiencias de la humanidad. Por nuestra propia condición todos estamos conectados ahí. Es algo necesario, pero ojo, a veces hay creencias cuyo origen está aquí, en el Inconsciente Colectivo, que lejos de ser positivas y nutritivas para nosotros, nos bloquean en nuestro desarrollo personal y espiritual. Un claro ejemplo tendría que ver con creencias relacionadas con la importancia de lo material por encima de cualquier otra cosa.
  • La cuarta fuente, son todos aquellos bloqueos que heredamos genéticamente, a través de ADN, y que se hallan de alguna manera impregnando nuestro sistema energético. Son bloqueos que ya los tenían nuestros padres y ancestros. Están en nuestro ADN o en la historía de nuestra familia. Es muy habitual encontrarme en las lecturas de registros akáshicos las típicas situaciones donde «todas las mujeres de mi familia nos hemos divorciado». Aquí se refleja cierto patrón, cierta lealtad donde todas han pasado por procesos de divorcio. Vendría a ser como una lealtad femenina y romper ese círculo conllevaría a que «no todas las mujeres de mi familia se divorcian», liberando a si a las futuras mujeres de la familia de esa lealtad invisible.

En definitiva, podemos observar que el origen de nuestros bloqueos tiene diversas fuentes, y desde mi punto de vista y experiencia la principal fuente es uno mismo. Por ello es muy importante cuidarnos, cuidar nuestros pensamientos, creencias, emociones para poder proyectar en nuestra burbuja holocuántica todo lo que deseamos y tener así más posibilidades de que se materialice en el campo físico. Es un tarea díficil, trabajosa, y no se consigue al 100 por 100, pero si lo hacemos, dejamos de alimentar a una de esas fuentes, nos sentimos responsables y poderosos porque de alguna manera dejamos de sentirnos víctimas y podemos jugar las cartas que nos han tocado. Tal y como Descartes dijo, «Pienso, luego existo». Pues eso. Existimos y podemos decidir sobre ello.