En el post de hoy me gustaría comentaros la diferencia entre karma y dharma. Ver las diferencias que existen entre ambos. Mientras en el karma hablamos de acciones realizadas y como estas afectarán a nuestro presente o futuro, es decir, a causa de las diversas acciones positivas o negativas realizadas en el pasado, tendremos ciertas experiencias en esta vida. No hay forma de evitarlo, de alguna manera están predeterminadas. Cuando hablamos de dharma, hablamos de deber.
Aquí entra el libre albedrío. Podemos hacer lo que queramos con nuestro deber. La traducción literal de dharma es deber pero no en el sentido de trabajo penoso, tarea obligada, porque sentimos que debemos de hacerlo, aunque nuestro corazón no esté realmente en ello. El dharma nos habla de un deber en el sentido de obligación hacia nosotros mismos. Si cumplimos nuestro dharma entonces estamos haciendo lo mejor que podemos con el material que tenemos, que es nuestro estado presente de evolución. Nos debemos a nosotros mismos. No hay más.
Todos encarnamos con ciertas cualidades positivas, con ciertas tendencias, que si las tenemos en cuenta y las trabajamos, pueden ayudarnos a realizar nuestro verdadero potencial. Karma es lo que tendremos que hacer, Dharma es lo que deberíamos estar haciendo , si vamos a realizar el deber que tenemos hacia nosotros mismos y hacia otros. Es importante recordar en este punto, que cualquier cosa buena que hagamos por nosotros mismos, nuestra mejora en la calidad de vida, en nuestro desarrollo y camino espiritual, a su vez, se reflejará en el mundo que nos rodea.
Si extrapolamos este concepto de dharma nos daremos cuenta que conecta directamente con nuestra misión de vida, con nuestro propósito en esta encarnación. «¿para qué he venido aquí?». Cuando encarnamos, lo hacemos en un determinado cuerpo, con unas determinadas cualidades de serie, en una determinada familia, contexto social, educativo, y cultural. Es justamente antes de nuestra encarnación donde predeterminamos nuestras lecciones de vida, y nuestra misión de vida. Al definirlo previamente es cuando decidimos encarnar en un lugar u otro, en una determinada familia u otra, y con unas determinadas cualidades. Esto es así porque para llevar a cabo nuestra misión de vida y nuestros aprendizajes, vamos a necesitar de esos talentos, orientaciones, tendencias, y situaciones familiares-sociales y culturales. Eso que llamamos nuestro propósito de vida, de alguna manera también nos habla de esa obligación con nosotros mismos, y que somos libres de querer aceptar o no. Esta ley del libre albedrío es una máxima en el camino espiritual.
Os dejo con esta reflexión ¿qué haces con tu dharma?.