Al igual que os avancé en anteriores posts en el artículo de hoy paso a describir y comentar las distintas capas del aura humana. Es bastante habitual que en una lectura de registros akashicos, aparezcan bloqueos en distintas capas del aura, especialmente la séptima, que es la que está relacionada con nuestras vidas pasadas o simultáneas.
Nuestro sistema energético se estructura en 7 capas del aura. Cada una de estas capas tiene las características principales de cada chakra principal: la primera capa con el primer chakra, la segunda con el segundo, y así hasta el séptimo.
Cada capa esta sobrepuesta a la anterior, difuminada un poco con ella. Así cuando nos aparece en una lectura de registros akasicos un problema en el aúra debemos de investigar en qué capa para tener una mayor concreción y poder entender mejor lo que está pasando.
Y los cuerpos sutiles? Los cuerpos sutiles en definitiva están relacionados con cada una de las 7 capas del aura. Serían como los «subgrupos» del aura.
Los cuerpos sutiles son 4:
- Cuerpo etérico: Contempla la primera y quinta capa del aura. Representa un molde exacto de nuestro cuerpo y una de las funciones principales es la de proteger al cuerpo físico. Además se encarga de transmitir información al cuerpo emocional de las sensaciones que recogemos por nuestros sentidos.
- Cuerpo emocional: Incluye la segunda, cuarta y sexta capas del aura. Porta nuestras emociones, cualidades de nuestro carácter, marca nuestra visión del mundo y nuestra realidad.
- Cuerpo mental: Incluye la tercera y séptima capa del aura. Aquí encontramos pensamientos, idea, conocimientos racionales e intuitivos. Su función radica en recoger las verdades universales que le llegan de los planos superiores, entenderlas e interpretarlas.
- Cuerpo causal: Corresponde a la séptima capa del aura y al resto de capas superiores que muchas veces solo están en potencia porque no suelen estar especialmente desarrollados en la mayoría de nosotros. Desde aquí experimentamos la unidad interior con toda la vida.
Nuestras 7 capas
- Cuerpo etéreo (de 0,5 a 5 cm.), también llamado cuerpo bioplasmático, ectoplasmático o doble etérico o etéreo. Penetra en el cuerpo físico y es, en realidad, parte de él. Vitaliza y sustenta el cuerpo físico hasta su muerte. Contiene energía de los tejidos, glándulas y órganos. Se expande o retrae según el funcionamiento de ellos.
- Cuerpo emocional (de 2,5 a 7,5 cm.), se encuentra penetrando el cuerpo etéreo, es el transmisor de nuestras emociones, deseos, pasiones. Son especialmente las irradiaciones brillantes y mutables de este cuerpo (constituido por nubes de colores, en continuo movimiento y de apariencia ovalada) las que los videntes describen, cuando ven el aura.
- Cuerpo mental (de 7,5 a 20 cm.), transmisor del pensamiento, tiene una estructura más sutil y menos definida. Contiene nuestros procesos mentales, nuestras ideas, y generalmente, se aparece a los videntes en forma de aureola dorada. Cuando está desequilibrada, es translúcida y con emanaciones doradas como burbujas.
- Cuerpo astral (de 15 a 30 cm.), compuesto de nubes multicolores que provienen de las percepciones y emociones extrasensoriales.
- Cuerpo etéreo-patrón (de 45 a 60 cm.), campo de energía estructurada, sobre el cual crece el cuerpo físico.
- Cuerpo celestial (de 60 a 90 cm.), es el nivel emocional del plano superior, por medio del cual experimentamos el éxtasis espiritual. Es el plano de identificación con lo superior, compuesto por puntos de luz.
- Cuerpo causal (de 75 a 100 cm.), contiene las impresiones y vivencias pasadas. Es el nivel más fuerte y elástico del campo áurico. Contiene la corriente principal de fuerza que se mueve a lo largo de la espina.
Como podéis observar nuestro sistema energético es altamente complejo, donde todos los componentes se interelacionan entre ellos, donde un bloqueo sin tratar puede terminar afectando o generando otros bloqueos energéticos en otro componente.